MMMM que delicioso

Quiero hablarles de lo que yo considero uno de los placeres más grandes de la vida, es algo que va más allá de la buena comida, el sexo, la música, es una de las bendiciones que nos dió el mundo disfrazada de algo poco trascendente.

No se si han tenido la oportunidad de firmar algo con una pluma fuente, la sensación de la tinta recorriendo el plumín para ser indistintamente succionada por el papel es inigualable y les aseguro que pocas cosas te hacen sentir tan importante o con tanta clase como una pluma fuente lista para firmar.

La verdad no sólo quería hablarles del placer que representa firmar con plumas fuentes, también quiero confesar mi terrible secreto, les pido me comprendan y no juzguen a esta pequeña persona que ha buscado una forma poco común para liberar el estrés del día a día.

Soy una adicta de closet a firmar cosas con pluma fuente(supongo que ya no, puesto que lo estoy confesando). Todo empezó hace años, cuando mi padre me dijo que nunca podría escribir con pluma fuente por la forma en la que agarro el lápiz... me condeno, sin pensarlo, a una vida de clandestinidad, de firmar a obscuras, de abrir portafolios ajenos para buscar plumas fuentes y de hacer cosas que no me enorgullecen. Pero mi padre es un hombre sabio y tenía razón... cada vez que lo hago sucede un terrible accidente... rompo el plumín, exploto la tinta, me mancho los dedos... no tengo el talento.. el toque necesario para usar una pluma fuente en mi vida diaria.

Así que durante el día me uno a las masas oprimidas que usan plumas atómicas, incluso a veces me rebajo a usar lapices, pero en las noches cuando nadie me ve, bajo discretamente, busco en el escritorio y a la mitad de la noche, en una hoja que me juzga con su blancura, firmo mi nombre una y otra vez con una pluma fuente.